Ocampo-Castillo and Andresen: Interacciones entre semillas y escarabajos del estiércol (Scarabaeinae) en un bosque tropical seco



Introducción

En los ecosistemas terrestres, y principalmente en los bosques tropicales (BT), los escarabajos del estiércol (Coleoptera: Scarabaeinae), también conocidos como escarabajos estercoleros o coprófagos, son un grupo con alta abundancia y riqueza de especies (Hanski & Cambefort, 1991). Estos insectos usan la materia orgánica en descomposición, principalmente las heces de vertebrados, para alimentarse y reproducirse (Halffter & Edmonds, 1982). Dependiendo de su comportamiento de forrajeo y relocalización de la materia fecal, se dividen en tres grupos: (i) endocópridos o residentes, (ii) paracópridos o cavadores y (iii) telecópridos o rodadores. Los residentes se alimentan y ponen huevos directamente en las heces depositadas, mientras que los cavadores y rodadores hacen túneles subterráneos y construyen cámaras donde depositan la materia fecal. Los cavadores construyen los túneles debajo o a un lado de la deposición fecal, mientras que los rodadores mueven una porción de las heces rodándola a distancias que van desde pocos centímetros hasta varios metros, antes de enterrarla (Halffter & Edmonds, 1982). La remoción y relocalización de las heces por los escarabajos del estiércol tienen importantes consecuencias funcionales en los ecosistemas (Scholtz et al., 2009).

Entre las funciones ecológicas que se les atribuyen a estos insectos se encuentran el reciclaje de nutrientes, la bioturbación del suelo, el control de parásitos y la dispersión de semillas, entre otras (Nichols et al., 2008), constituyendo servicios ecosistémicos de muy alto valor económico (Beynon et al., 2015). Así, por ejemplo, la remoción de heces en pastizales ganaderos tiene un valor anual estimado de 380 millones de dólares en EEUU (Losey & Vaughan, 2006) y hasta de 456 millones de dólares en el estado de Veracruz en México (López-Collado et al., 2017).

Una de las funciones ecológicas de los Scarabaeinae que más se ha estudiado en los BT húmedos, es la dispersión secundaria de semillas defecadas por animales vertebrados (Andresen, 2005a; Andresen & Feer, 2005; Ponce-Santizo et al., 2006; Culot et al., 2009). Esta función ecológica de los Scarabaeinae incluye el movimiento horizontal y/o vertical de semillas que se encuentran inmersas en las heces de los vertebrados, y puede favorecer la supervivencia de las semillas, así como el establecimiento de plántulas (Andresen & Levey, 2004; Lawson et al., 2012). Además, un estudio reciente en un BT húmedo mostró que la interacción entre los escarabajos del estiércol y las semillas no se limita a la dispersión secundaria (Santos-Heredia & Andresen, 2014); al construir túneles para enterrar las heces, los escarabajos excavan gran cantidad de suelo (Braga et al., 2013) y al hacerlo mueven de manera ascendente las semillas que se encuentran en el banco de semillas subterráneo (Santos-Heredia & Andresen, 2014). También se observó en ese estudio que la relocalización de las semillas enterradas se asocia con un aumento en el establecimiento de plántulas.

En comparación con lo que se ha investigado en los BT húmedos, son muy pocos los estudios realizados sobre la interacción entre semillas y escarabajos en los BT secos. Sin embargo, sí es conocido que en BT secos, sobre todo aquellos donde la estacionalidad de la precipitación es muy marcada, la abundancia y riqueza de escarabajos estercoleros suelen ser menores a las reportadas en BT húmedos (Andresen, 2005b). También es conocido que ciertos atributos de las comunidades de Scarabaeinae, como la riqueza y la biomasa, se relacionan directamente con la magnitud de las funciones que realizan en los ecosistemas (Slade et al., 2011; Dangles et al., 2012; Braga et al., 2013). No obstante, se desconoce si las diferencias entre BT húmedos y secos con respecto a los atributos de las comunidades de escarabajos se relacionan con diferencias en las funciones ecológicas desempeñadas por este grupo de insectos en ambos tipos de BT.

El presente estudio tuvo como principal objetivo evaluar las funciones ecológicas de los Scarabaeinae que se derivan de su interacción con semillas en un BT seco, y comparar los resultados con los registros que se tienen de los BT más húmedos. Para abordar este objetivo se plantearon las siguientes preguntas: (i) ¿Qué proporción de materia fecal es removida por los escarabajos del estiércol? (ii) ¿Qué proporción de semillas presentes en las heces son dispersadas horizontal y/o verticalmente por los escarabajos del estiércol, y cuáles son las distancias de dispersión vertical y horizontal? (iii) ¿La actividad de los escarabajos del estiércol aumenta el establecimiento de plántulas a partir del banco de semillas? (iv) ¿Las magnitudes de las funciones ecológicas desempeñadas por los Scarabaeinae en el BT seco son similares a las registradas en los BT más húmedos?

Material y Métodos

Sitio de estudio

Esta investigación se realizó en la Estación de Biología Chamela (EBCh; 19°29´-19°34´N y 104°58´-105°04´W), la cual tiene una extensión de 3,319 ha. El clima es cálido subhúmedo con lluvias en verano (AW₀İ); la temperatura media anual es de 24.6°C y la precipitación media anual de 731 mm con una época seca muy marcada entre noviembre y junio (Ayala, 2016). El estudio se realizó en la temporada de lluvias, entre julio y septiembre del 2014. No se trabajó en la época seca porque durante ese periodo la abundancia de los escarabajos del estiércol es muy baja y la mayoría de las especies no están activas (Andresen, 2005b).

La vegetación en la EBCh está compuesta principalmente por BT caducifolio o selva baja y BT subcaducifolio o selva mediana, los cuales difieren por sus características fenológicas y estructurales (Bullock & Solís-Magallanes, 1990). La selva mediana es de extensión mucho más restringida que la selva baja, encontrándose en tiras angostas en los suelos profundos a lo largo de arroyos temporales (Balvanera et al., 2002). Este trabajo se llevó a cabo en la selva mediana porque es donde se ha reportado mayor abundancia de escarabajos estercoleros (Andresen, 2005b). En un estudio sobre las comunidades de Scarabaeinae en la selva baja y la selva mediana de la EBCh se obtuvo un total de 13 y 15 especies, respectivamente, con más de dos veces el número de individuos en la selva mediana con respecto a la selva baja (Andresen, 2005b).

Remoción de heces y dispersión secundaria de semillas

Para llevar a cabo todos los experimentos se usaron heces frescas de cerdo (del mismo día) a manera de ‘heces modelo’ de vertebrado herbívoro/omnívoro. Se trabajó en tres sitios de la selva mediana localizados a lo largo del arroyo principal de la EBCh (Arroyo Zarco) y separados entre sí por 425 m, para asegurar su independencia. En cada uno de ellos se estableció un transecto a lo largo del cual se colocaron bolitas de heces conteniendo una cuenta de plástico a manera de semilla artificial. El uso de cuentas de plástico ha demostrado ser un método efectivo para cuantificar la dispersión secundaria de semillas por escarabajos coprófagos (Andresen, 2002a). No existe una preferencia de remoción entre semillas artificiales y semillas reales (Koike et al., 2012); además, las cuentas de plástico tienen la ventaja de no ser removidas por los roedores (Andresen, 2002a). Se sabe que las semillas más pequeñas tienen mayor probabilidad de ser dispersadas por los Scarabaeinae que las de mayor tamaño (Andresen & Feer, 2005), por lo que se trabajó con cuentas de dos tamaños (Fig. 1A): chicas (3 mm de diámetro y 0.08 g de peso) y grandes (7 mm de diámetro y 0.3 g de peso). Para poder registrar el movimiento de las cuentas, a cada una se le ató un hilo resistente (tipo zapatero) de 50 cm de largo. El otro extremo del hilo se dejó libre (Fig. 1B).

Figura 1

Detalles del experimento realizado para cuantificar la remoción de las heces y la dispersión de semillas. A. Cuentas plásticas chicas y grandes colocadas dentro de bolitas de heces a manera de semillas artificiales; B. Cuenta marcada con un hilo para facilitar su seguimiento. C. Escarabajos del estiércol atraídos a las porciones de heces frescas de 10 g; D. Túnel construido para enterrar las heces y cuentas.

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En cada transecto se colocaron 25 bolitas de 10 g de heces, cada una con una cuenta chica. Hubo una distancia de 10 m entre bolitas, y todas las bolitas de los tres sitios se colocaron el mismo día, a partir de las 16:00 h. Después de transcurridas 24 h se revisaron todas las bolitas y se registró si la materia fecal había sido removida de forma total, parcial, o no, repitiendo el procedimiento a las 48 h y registrando el destino de cada cuenta. Los destinos fueron: (a) cuenta no dispersada (cuando la cuenta quedaba sobre la superficie del suelo en la posición original), (b) cuenta enterrada, (c) cuenta sobre la superficie, pero dispersada horizontalmente y (d) cuenta perdida. Las cuentas enterradas se extrajeron y se midió la profundidad

de entierro con una varilla graduada (con precisión de 1 cm, excepto cuando la cuenta fue parcialmente enterrada, en cuyo caso se le asignó una profundidad de 0.5 cm). Asimismo, para todas las cuentas movidas (enterradas y no enterradas) se midió la distancia de movimiento horizontal (con precisión de 1 cm) con respecto a la posición original marcada con una banderilla (Fig. 1C,D).

Tres días después de la última revisión de las cuentas chicas, se usaron los mismos transectos para repetir el experimento, pero esta vez con las cuentas grandes. Todo fue repetido 5 veces durante el periodo de estudio (julio-septiembre), dejando pasar un mínimo de 2 semanas entre cada repetición temporal. El total de bolitas colocadas en cada uno de los tres sitios fue de 250 (125 con cuentas chicas y 125 con cuentas grandes). Para el análisis estadístico, los sitios fueron las unidades de muestreo (N = 3).

Efecto de la actividad de los escarabajos del estiércol sobre el establecimiento de plántulas a partir del banco de semillas

Se llevó a cabo un experimento en el que se manipularon la presencia de heces y el acceso de los escarabajos estercoleros. Se construyeron exclusiones con baldes de plástico a los que se les había previamente retirado el fondo, formándose un cilindro con cada balde. Cada uno de los cilindros fue enterrado entre 5 y 10 cm en el suelo del bosque, abarcando un área circular de 0.17 m2. En el mes de junio se colocaron 96 cilindros, dispuestos en tríos (N = 32 tríos o bloques), con una distancia máxima de 0.5 m entre cilindros de cada trío y una distancia mínima de 30 m entre tríos. Todas las plántulas que se encontraban en el área del suelo abarcada por cada cilindro fueron retiradas. Cada cilindro de un trío fue asignado aleatoriamente a uno de tres tratamientos: (i) con 50 g de heces y actividad de escarabajos del estiércol (+H+E), (ii) con 50 g de heces, pero sin actividad de escarabajos (+H-E), y (iii) el tratamiento testigo, es decir sin heces ni escarabajos (-H-E).

El primer tratamiento (+H+E) fue dispuesto primero, colocando 50 g de heces frescas sobre el suelo dentro del cilindro. Después de 2 ó 3 días, cuando la totalidad de las heces de este cilindro habían sido enterradas por los escarabajos del estiércol, se colocaron los 50 g de heces en el segundo tratamiento (+H-E). Los cilindros fueron cubiertos con tul resistente para evitar la entrada tanto de escarabajos como de nuevas semillas y la acción de los animales herbívoros en los tres tratamientos. Cada cilindro fue revisado una vez al mes durante 3 meses (agosto a octubre) para registrar el establecimiento de plántulas. En las revisiones de agosto y septiembre sólo se contaron las plántulas que emergieron en cada cilindro. En el mes de octubre, con la ayuda de un experto en la identificación de especies de plántulas, se contaron e identificaron las plántulas al menor nivel taxonómico posible, o a nivel de morfo-especie.

Comparación con estudios en los BT más húmedos

Se llevó a cabo una revisión de la literatura de estudios Neotropicales que hubieran cuantificado alguna de las funciones ecológicas de los Scarabaeinae medidas en la presente investigación y se elaboró un cuadro comparativo. Se incluyeron únicamente resultados obtenidos con metodologías similares a las utilizadas en este trabajo (e.g. tamaños similares de las semillas y de las porciones de heces).

Análisis estadístico de los datos

Para el análisis estadístico de los datos de remoción de heces y dispersión secundaria de semillas cada sitio fue una unidad de muestreo (N = 3). Para cada sitio se obtuvo un dato promedio por variable, calculado a partir de las cinco repeticiones temporales. Las variables de respuesta fueron: % de bolitas con remoción total de heces, % de cuentas enterradas, % de cuentas sobre la superficie con movimiento horizontal, profundidad de entierro o distancia de movimiento vertical y distancia de movimiento horizontal. Los porcentajes de cuentas dispersadas horizontal o verticalmente fueron calculados sobre el total de cuentas no perdidas. La distancia de movimiento horizontal se calculó para: (a) todas las cuentas con movimiento horizontal (enterradas y no enterradas), (b) cuentas sobre la superficie con movimiento horizontal y (c) cuentas enterradas con movimiento horizontal [nótese que al juntar las categorías (b) y (c) se obtiene la categoría (a)]. Se calculó el promedio y la desviación estándar para cada variable. Los valores de las variables expresadas en proporción fueron transformadas sumándoles el valor 1 y luego aplicando la transformación angular (arcoseno de la raíz cuadrada de la proporción). Para examinar el efecto del tamaño de las cuentas en los porcentajes y distancias de dispersión, se llevaron a cabo ANOVA’s de bloque, donde cada sitio fue considerado un bloque, y el factor fijo fue el tamaño de las cuentas (chicas vs. grandes). Al no encontrarse efecto del tamaño de las cuentas (ver Resultados) se reunieron los datos de ambas categorías y se hizo otro ANOVA de bloques, para comparar las distancias horizontales de dispersión para cuentas enterradas vs. cuentas sobre la superficie.

Para los datos de establecimiento de plántulas, debido al bajo número de plántulas que se registraron, se juntaron los datos de las tres revisiones (agosto, septiembre y octubre). Sin embargo, debido a que no se marcaron las plántulas para darles seguimiento individual, el número de plántulas que se usó en los análisis fue un estimado mínimo con base en el número más alto de plántulas observado en cada cilindro en una de las revisiones. Por ejemplo, si en un cilindro se registró 1 plántula en agosto, 2 plántulas en septiembre, y 1 plántula en octubre, el número que se usó en el análisis fue 2 plántulas (asumiendo de manera conservadora que las plántulas observadas en agosto y octubre fueron los mismos individuos registrados en septiembre). De esta manera, para cada cilindro, se obtuvo un dato, correspondiente al mínimo número de plántulas establecidas en un periodo de 4 meses (a partir del inicio del experimento en julio). Los datos se transformaron mediante ‘raíz cuadrada (y+1)’, y fueron analizados con un ANOVA de bloques, donde cada bloque lo constituyó un trío de cilindros (N = 32).

Resultados

Remoción de heces y dispersión de semillas

La remoción de las heces fue muy alta en las primeras 24 horas y total a las 48 h (24 h: 98.6 ± 1.05%; 48 h: 99.9 ± 0.25%, respectivamente; aquí y en el resto del texto se reportan promedios ± 1 desviación estándar, excepto cuando se indique diferente).

Del total de semillas artificiales usadas en todo el estudio, solamente 6% de las cuentas chicas y 4% de las cuentas grandes se perdieron. Considerando únicamente las cuentas no perdidas, se encontró que la mayoría de las semillas artificiales fueron enterradas por los escarabajos estercoleros (cuentas chicas: 71.1 ± 10.25%, grandes: 71.6 ± 16.46%), y el resto quedó sobre la superficie (chicas: 28.9 ± 11.53%, grandes: 28.4 ± 12.88%). El tamaño de las cuentas no tuvo efecto sobre el porcentaje de semillas enterradas (F1, 2 = 0.116, P = 0.765). Todas las cuentas, enterradas o sobre la superficie, fueron dispersadas horizontalmente por lo menos 1 cm, con respecto a su posición original.

Las distancias de dispersión vertical (profundidad de entierro) variaron entre un mínimo de 0.5 cm y un máximo de 30 cm; la mediana fue de 6.3 cm (Fig. 2A). No se detectó una diferencia significativa en la profundidad promedio de entierro de las semillas según su tamaño (chicas: 9.3 ± 7.56 y grandes 8.0± 4.30 cm; F1,2 = 1.003, P = 0.426). Las distancias de movimiento horizontal variaron entre un mínimo de 1 cm y un máximo de 150 cm; la mediana fue de 15 cm (Fig. 2B). Tampoco hubo diferencias en los promedios para los tamaños (chicas: 16.30 ± 5.10 y grandes: 15.06 ± 5.55; F1,2= 12.980, P = 0.069). Entre el 18 y el 21% de las semillas artificiales fueron movidas horizontalmente a distancias ≥ 50 cm (chicas: 20.8 ± 11.53% y grandes: 17.87 ± 12.88%). Se observó una diferencia significativa entre las distancias horizontales promedio de semillas que fueron enterradas vs. las que se quedaron sobre la superficie (F1,2 = 255.35, P = 0.003) siendo menor para las enterradas (8 cm) que para las de la superficie (37 cm).

Figura 2

Distribución de frecuencias de las distancias de dispersión vertical y horizontal (A y B) respectivamente, para semillas artificiales chicas (barras negras) y grandes (barras blancas).

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Efecto de la actividad de los escarabajos sobre el establecimiento

de plántulas a partir del banco de semillas

El número promedio de plántulas establecidas entre agosto y octubre en cada cilindro (0.17 m2) fue afectado significativamente por los tratamientos (F2,62 = 5.938, P = 0.004; Fig. 3). La prueba a posteriori de Tukey, evidenció que solo los tratamientos +H+E y -H-E fueron diferentes entre sí (P = 0.003). En particular, se encontró que en los cilindros en los que se habían colocado 50 g de heces y se había permitido la entrada de escarabajos, el número de plántulas establecidas fue mayor que en los cilindros control (sin heces ni escarabajos). El tratamiento con heces, pero sin escarabajos (+H-E) tuvo valores intermedios para el número de plántulas, siendo estadísticamente similar a los otros dos tratamientos (+H-E vs. -H-E: P = 0.097; +H-E vs. +H+E: P = 0.394; Fig. 3). El número de especies de plántulas registrados (en los tres tratamientos) en el último mes de seguimiento (octubre) fue de 17, pertenecientes a cuatro formas de crecimiento (hierbas, arbustos, lianas y árboles) y con síndromes de dispersión biótico y abiótico (Ocampo Castillo, 2017).

Figura 3

Número promedio de plántulas establecidas en parcelitas de 0.17 m2 en tres tratamientos: con 50 g de heces y actividad de escarabajos estercoleros (+H+E); con 50 g de heces, pero sin actividad de escarabajos (+H-E); sin heces ni escarabajos (-H-E). Letras diferentes sobre las barras indican diferencias significativas. Las barras de error corresponden a ±1 error estándar.

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Comparación con estudios en BT más húmedos

Se encontraron 11 estudios publicados para bosques Neotropicales, en los que se usaron metodologías similares a las usadas en el presente estudio para medir la remoción de las heces y/o la dispersión secundaria de semillas por escarabajos del estiércol (Cuadro I). Uno de estos estudios correspondió a un bosque semideciduo (precipitación media anual de 1,350 mm) mientras que todos los demás fueron bosques tropicales húmedos o lluviosos (precipitación > 2,000 mm). También se incluyeron en el cuadro comparativo los datos no publicados de un estudio que se llevó a cabo al mismo tiempo que el presente pero en la selva baja de Chamela (Cuadro I). En términos generales se observó que las magnitudes de las funciones ecológicas desempeñadas por los Scarabaeinae en la selva mediana de Chamela durante la época de lluvias, no son menores a los valores reportados en los BT más húmedos (Cuadro I).

Cuadro I

Revisión de investigaciones en la región Neotropical, que reportan valores para la remoción de heces y la dispersión secundaria de semillas por escarabajos del estiércol en bosques tropicales conservados. Las dos primeras hileras representan datos para el bosque seco de la región de Chamela. Las entradas en el cuadro están ordenadas de acuerdo a la precipitación media anual (columna ‘pp’). ‘Horas’ se refiere al número de horas durante el cual se midió la remoción de heces; ‘Gramos’ se refiere a la cantidad de heces usadas en las unidades sobre las que se midió la remoción de heces; ‘Tipo’ se refiere a la especie animal de la que se obtuvo la materia fecal, con excepción de las heces de cerdo, todas las demás especies animales son géneros de primates; ‘Rem.’ es el porcentaje de heces removidas; ‘Tamaño’ se refiere al diámetro mayor de la cuenta o semilla usada para medir la dispersión de semillas; ‘Enterradas’ es el porcentaje de semillas enterradas; ‘Vertical’, es la profundidad promedio a la que fueron enterradas las semillas; ‘Horizontal’, es la distancia promedio de movimiento horizontal de las semillas. Datos múltiples para diferentes tamaños de semillas usadas en un mismo estudio se separan con una raya diagonal.

Remoción de heces Dispersión de semillas
Horas Gramos Tipo Rem. (%) Tamaño (mm) Enterradas (%) Vertical (cm) Horizontal (cm) País pp (mm) Fuentes
48 10 cerdo 100 3/7 71/72 9/8 29/28 México 748 SM* Presente estudio
48 10 cerdo 68 3/7 32/46 11/11 11/20 México 748 SB** (Gámez-Yáñez & Andresen, datos sin publicar)
48 5 Alouatta Ateles 100 10 20 (Alouatta) 4 (Ateles) 6 14 Guatemala 1,350 (Ponce-Santizoet al., 2006)
48 10 Alouatta Ateles   7 68 (Alouatta) 53 (Ateles) 3 11 Colombia 2,072 (Santos-Herediaet al., 2010)
24 10 Alouatta 100 18 48 5 8 Brasil 2,186 (Andresen, 2001)
24 10 Alouatta 95 4/6/8 49/41/5 4/2/1 6-17 Brasil 2,186 (Andresen, 2002a)
24 10 Alouatta 100 8 51 4   Brasil 2,186 (Andresen, 2002b)
24 10 Alouatta 100 5/8/11 55/58/54 3-8 17 Brasil 2,186 (Andresen & Levey, 2004)
3.2   Lagothrix 100 3/10 20/0 3 36 Colombia 2,217 (Laverdeet al., 2002)
72 10 Alouatta Lagothrix 76 8/14 59/29 0.5-6 9/7 Colombia 2,448 (Santos-Herediaet al., 2011)
24 50 Alouatta 94 4-13 13-80 2-28   Guayana Francesa 2,880 (Feer, 1999)
12 1.4 Saguinus 94 8-25 24 4 7 Perú 3,000 (Culotet al.,2009)
2.5 20 Alouatta 100 2-7 52 1-12 120 México 4,500 (Estrada & Coates-Estrada, 1991)

* Selva Mediana de Chamela.

** Selva Baja de Chamela, datos de un estudio llevado a cabo simultáneamente con el actual.

La remoción de las heces en la mayoría de los casos es >90% después de 48 horas. Las dos excepciones a este patrón se presentaron en la selva baja de Chamela (68%) y para un fragmento de bosque húmedo en Colombia (76%). En términos de la dispersión secundaria de semillas la variación que se ve en los resultados de los diferentes estudios es muy amplia para las tres variables (% semillas enterradas, distancia de dispersión vertical, distancia de dispersión horizontal). Sin embargo, se puede observar que para los porcentajes de semillas enterradas por los escarabajos los valores registrados en el presente estudio (71 y 72%) figuran entre los más altos reportados en la literatura. Para la selva baja de Chamela, en cambio, usando exactamente la misma metodología durante el mismo periodo, los valores registrados para el porcentaje de semillas enterradas fueron de tan solo 32 y 46% para semillas artificiales de 3 y 7 mm, respectivamente (Cuadro I).

Discusión

Este estudio representa uno de los pocos trabajos que han cuantificado funciones ecológicas de los escarabajos del estiércol en un BT seco. Dado que la riqueza y abundancia de este tipo de escarabajos en los BT secos suelen ser menores a las reportadas en los BT húmedos y lluviosos (Andresen, 2005b, 2008), se pensó que los valores de las funciones desempeñadas por este taxón también podrían ser menores en los BT secos. En términos generales no se encontró evidencia a favor de esta hipótesis, ya que, aunque la riqueza y abundancia de los Scarabaeinae son menores en Chamela con respecto a los de BT húmedos, la remoción de heces y la dispersión de semillas tuvieron valores comparables a los reportados en los BT húmedos (Cuadro I). Es importante recalcar que este trabajo se llevó a cabo en la época de lluvias, una temporada durante la cual los BT secos son funcionalmente más semejantes a los húmedos. De hacerse una comparación tomando en cuenta un ciclo anual, y ya que en los meses de sequía en Chamela la gran mayoría de las especies de escarabajos del estiércol permanecen totalmente inactivas (Andresen, 2005b), este BT seco pudiera haber mostrado valores promedio mucho más bajos para las funciones de los Scarabaeinae. Sin embargo esto no discrepa con la idea de que algún atributo de la comunidad de escarabajos estercoleros (e.g. biomasa) se asocia positivamente con la cantidad de función ecológica registrada.

También es importante mencionar que la presente investigación se enfocó en la selva mediana, es decir, en un ambiente que mantiene mayor humedad en el suelo, y cuya vegetación es, durante todo el año, estructural y funcionalmente más similar a un BT más húmedo. En Chamela se ha visto que durante la época lluviosa, dos de las especies dominantes y grandes (≥15 mm) de Scarabaeinae (Deltochilum gibbosum Bates 1887 y Dichotomius amplicollis Harold 1869) son más abundantes en la selva mediana que en la selva baja (Andresen, 2005b; 2008). Asimismo, en la época seca, sólo en la selva mediana algunas especies de Scarabaeinae mantienen cierta actividad (Andresen, 2005b).

Remoción de heces

La remoción de heces fue casi total (98.6%) a las 24 h. La mayoría de las funciones ecológicas que realizan los escarabajos del estiércol se derivan del enterramiento de heces. Por esta relación, y debido a que la remoción de heces es relativamente fácil de medir, se evalúa más frecuentemente que otras funciones. Sin embargo, algunos estudios han reportado que la remoción de heces no siempre se correlaciona de manera clara, ni lineal, con otras funciones que realizan los escarabajos estercoleros, como la dispersión de semillas (Braga et al., 2013; Nichols et al., 2013). Es interesante notar que en la selva baja de Chamela, la remoción de heces registrada en un estudio paralelo al nuestro fue de tan solo 68% (Gámez-Yáñez & Andresen, datos no publicados), uno de los valores más bajos registrados para la región Neotropical (Cuadro I).

Dispersión secundaria de semillas

Los escarabajos del estiércol pueden mover las semillas que están mezcladas con las heces, tanto horizontal como verticalmente. Al moverlas verticalmente disminuye la probabilidad de que sean encontradas y depredadas por animales granívoros, como roedores y hormigas (e.g. Santos-Heredia et al., 2010). En muchos casos esto aumenta la probabilidad del establecimiento de plántulas (Andresen, 2001; Andresen & Levey, 2004; Culot et al., 2015).

El porcentaje de semillas enterradas por los escarabajos del estiércol en los BT húmedos es muy variable, con valores entre 5% y 80% para semillas de tamaños similares a los utilizados en este estudio (Cuadro I). En el presente trabajo la gran mayoría (71%) de las semillas artificiales fueron enterradas. Sin embargo, al comparar nuestros resultados con aquellos obtenidos durante los mismos meses por Gámez-Yañez & Andresen (datos no publicados) para la selva baja de Chamela, vemos que en este último tipo de vegetación un porcentaje menor de cuentas fueron enterradas (33 y 46% de cuentas chicas y grandes, respectivamente). Esto posiblemente esté relacionado con las diferencias en las comunidades de Scarabaeinae en las selvas baja y mediana, en particular con la mayor abundancia de escarabajos grandes (≥15 mm) en la selva mediana (Andresen, 2005b), debido a que son funcionalmente más eficientes (Larsen et al., 2005; Slade et al., 2007).

El tamaño de los escarabajos, en combinación con el tamaño de las semillas, tiene una estrecha relación con la probabilidad de dispersión vertical, porque para estos insectos las semillas son “contaminantes” de la materia fecal (Andresen, 2002a). Por lo tanto, a menor tamaño de las semillas defecadas, y a mayor tamaño de los escarabajos atraídos a una defecación, mayor la probabilidad de que las semillas sean enterradas (Andresen & Feer, 2005). Sin embargo, en nuestra investigación encontramos que el tamaño de las semillas usadas (3 mm vs. 7 mm) no tuvo un efecto significativo sobre las variables de dispersión de semillas. Pensamos que este resultado se debe a que son los escarabajos grandes mencionados anteriormente, los que están interactuando con las heces en mayor frecuencia, y que, dado su tamaño corporal (≥15 mm), las cuentas de 7 mm están por debajo del umbral de tamaño de las semillas que excluyen activamente al momento de procesar la materia fecal.

Otro aspecto importante de la dispersión secundaria de semillas, desde el punto de vista de las plantas, es la profundidad de entierro. Se ha visto que al aumentar la profundidad de entierro aumenta la probabilidad de supervivencia de las semillas, pero disminuye la probabilidad de emergencia de la plántula (Andresen & Feer, 2005). Se ha sugerido que la profundidad de entierro ideal para que una semilla reciba el beneficio de defensa sin que se vea negativamente afectada la emergencia de plántulas, es entre 1 y 5 cm (Andresen, 2005a; Andresen & Feer, 2005). En nuestro estudio las profundidades de entierro variaron entre 0.5 cm y 30 cm, pero el 80% de las semillas fueron enterradas a profundidades ≤10 cm, y el 41% estuvieron a profundidades ≤5 cm.

La dispersión horizontal de las semillas por los escarabajos estercoleros también otorga beneficios a las plantas (Lawson et al., 2012), pero este aspecto ha sido menos estudiado. Aunque las distancias promedio de dispersión horizontal por los Scarabaeinae no son muy grandes (generalmente <1 m; Andresen, 2005a), ayudan a disminuir la agregación espacial de las semillas defecadas y por lo tanto los efectos densodependientes negativos, como la competencia intra- e interespecífica, o el ataque por herbívoros y patógenos (Lawson et al., 2012). En el presente estudio todas las semillas artificiales registraron dispersión horizontal de por lo menos 1 cm, con un distancia promedio de 16 cm. Sin embargo, la distribución de frecuencias de las distancias fue asimétrica a la derecha, registrándose distancias de hasta 150 cm, en coincidencia con algunos estudios previos en los BT más húmedos (Cuadro I), aunque en algunos casos se han registrado distancias de hasta 5 m (Estrada & Coates-Estrada, 1991).

Finalmente, nuestro estudio es el primero en cuantificar la diferencia en la distancia de dispersión horizontal para semillas enterradas vs. no enterradas. En particular, se encontró que las semillas enterradas eran movidas a menores distancias horizontales (8 cm en promedio), mientras que las semillas que quedaron en la superficie se encontraban a mayores distancias (37 cm en promedio). La dispersión a mayores distancias horizontales se les atribuye a los escarabajos rodadores (Laverde et al., 2002). Asimismo, se ha visto que los escarabajos rodadores tienden a enterrar un menor porcentaje de semillas cuando se les compara con escarabajos cavadores del mismo tamaño corporal (Estrada & Coates-Estrada, 1991; Andresen & Feer, 2005). Por sus diferencias de comportamiento durante la relocalización de la materia fecal, los rodadores tienden a ser más “selectivos” con la porción de excremento que entierran, por lo que justo antes de enterrar las bolas de heces, frecuentemente excluyen las semillas contenidas en ellas (Andresen & Feer, 2005). Como consecuencia, las semillas quedan sobre la superficie del suelo, pero a mayores distancias horizontales con respecto al sitio de deposición inicial de la materia fecal.

Establecimiento de plántulas a partir del banco de semillas

Entre las fases de dispersión y germinación, las semillas pasan un tiempo más o menos largo sobre o bajo la superficie del suelo, conformando el banco de semillas, el cual juega un papel importante en la regeneración de la vegetación (Thompson, 2000). Las semillas de longevidad corta, como es el caso de la mayoría de las especies del BT, deben encontrar rápidamente las condiciones microclimáticas que permitan su germinación o de lo contrario mueren (Garwood, 1989). Además, se ha demostrado que la viabilidad de las semillas en el BT, así como la probabilidad de que emerjan como plántulas tras germinar, disminuyen notablemente al aumentar la profundidad de enterramiento (Dalling et al., 1994; Pouvelle et al., 2009). Los escarabajos cavadores, al excavar túneles para enterrar la materia fecal, remueven suelo de estratos profundos, llevándolo a la superficie (Braga et al., 2013) y como consecuencia afectan la estructura y dinámica del banco de semillas (Feer et al., 2013; Santos-Heredia & Andresen, 2014). Por ejemplo, en áreas del bosque tropical en las que los escarabajos del estiércol presentan mayor actividad, el banco de semillas subterráneo es más abundante y más diverso (Feer et al., 2013). Además, al construir túneles y excavar suelo para enterrar la materia fecal, los escarabajos cavadores provocan el movimiento ascendente de semillas que habían sido enterradas previamente por mecanismos bióticos o abióticos. Estos movimientos parecen favorecer el establecimiento de plántulas (Santos-Heredia &Andresen, 2014).

En el presente estudio se encontró un mayor número promedio de plántulas establecidas en parcelas experimentales donde hubo heces y actividad de escarabajos (+H+E), en comparación con parcelas en las que no se colocaron heces, y donde, por consecuencia, tampoco hubo actividad de escarabajos (-H-E). Las parcelas con heces, pero sin actividad de escarabajos (+H-E) tuvieron un número intermedio de plántulas, pero este valor no difirió estadísticamente de los otros dos tratamientos. Al comparar nuestros resultados con los de Santos-Heredia & Andresen (2014), vemos que para la comparación entre los tratamientos +H+E y -H-E la conclusión fue la misma. Con respecto al tercer tratamiento (+H-E) es importante mencionar que el estudio de Santos-Heredia & Andresen (2014) no lo incluyó.

Conclusiones

Los escarabajos del estiércol son muy sensibles a cambios en la vegetación (Halffter & Arellano, 2002), así como a cambios en la fauna de vertebrados que les provee de su principal recurso alimenticio (Andresen & Laurance, 2007; Nichols et al., 2009). Además, el hecho de que la captura de estos insectos sea metodológicamente sencilla y económica, de que su taxonomía sea relativamente bien conocida, y de que desempeñan importantes funciones ecosistémicas, los convierten en un taxón modelo ideal para estudios ecológicos básicos y aplicados (Halffter & Favila, 1993; Nichols & Gardner, 2011). Además de cuantificar atributos de las comunidades de estos insectos, es cada vez más frecuente que también se midan empíricamente una o más de sus funciones ecológicas, como las derivadas de las interacciones de los Scarabaeinae con semillas. La interacción de los escarabajos del estiércol con semillas defecadas y con semillas del banco de semillas afecta de manera importante la dinámica de regeneración de plantas en los BT tanto húmedos como secos.

Agradecimientos

Agradecemos a la Estación de Biología Chamela (UNAM) y al Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (UNAM) por el apoyo logístico. El proyecto fue financiado por la UNAM (presupuesto operativo de Ellen Andresen) y SEP-CONACYT (proyecto 2010-152884 otorgado a Ellen Andresen). A Felipe Arreola, Francisco Mora y Sofía Gámez Yáñez por su apoyo en campo. A Eduardo Mendoza, Leonel Toledo, Carlos Tena y dos revisores anónimos por sus sugerencias para mejorar versiones previas del manuscrito.

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